. astronautaperdido .

Vaya dramas.

La guacamaya no tenía plumas pero tenía un lunar por lo cual se creía vaca, pero como no daba leche se deprimía y comía pasto hasta intoxicarse.

La serpiente se creía lora y gritaba “¡Viva mi patria, viva!”, pero como era serpiente le salían silbidos de los que todos huían, ante lo cual sólo le quedaba arrastrarse llena de pena.

El puma seguía anclado a su vida de circo y cuando veía humanos recordaba el látigo y los reflectores, recordaba pararse en dos patas y comenzar a maullar “Amalia Amalia Amalia Rosa, esa es la que yo más quiero, esa es la más linda rosa”, recordaba su extravagante copete estilo 80´s y pensaba en Venezuela su tierra querida y en el odiado nombre que tenía su acto: “Las canciones de Roberto Carlos”, un verdadero drama y más cuando sus discos no pegaban en la Billboard (no puedes cantar bien cuando te han arrancado los dientes).

El mico insistía en ladrar, en enterrar huesos, en menear la cola. Podría decirse que estaba adaptado a su vida de animal doméstico hasta que un día sus dueños decidieron sacarle camada con un bóxer. Fue ahí cuando entendió quien era y comenzó a deprimirse, ante lo cual sus dueños lo trajeron aquí, a Intiwarayassi, donde se encontró con otros animales como él en busca de una oportunidad.

Una oportunidad que encontraron con Pascual Quispe, veterinario, boliviano, 4 años salvando animales, 4 años en este parque natural – centro de desparasitación – centro de rehabilitación – refugio donde los animales aprenden a ser lo que eran conviviendo con los de su especie.

Y todo a punta de trabajo, investigación, análisis, inyecciones, donaciones, sudor y más sudor (y no sólo por el clima de Villa Tunari, selva selva selva en la provincia de Cochabamba en el trópico boliviano), a punta de lucha ante leyes ineficaces y ante un tráfico de animales creciente donde la única salida es trabajar, hacer algo ya, para quizá más tarde publicar algo, para que los biólogos y zoológicos entiendan lo efectivo que es su método para resocializar animales, para escribir algo con tranquilidad aunque sea sin apoyo del gobierno – que seguramente enterrará la cabeza -, para publicar algo un día para que capuchinos, monos arañas, pumas, loros, guacamayos, serpientes y más – unos 300 en total – se vayan alejando de los hombres y se internen poco a poco en el bosque, donde seguramente jamás volverán a creer que son vacas, cantantes o perros.


. loropiente en estado comatoso : paso 1, suerito, negra .

. el mono se robó la pipa y el lapicero para redactar algunos best sellers .

. la foto miente. Se trabaja siempre (Inti Wara Yassi, sol luna estrella, Aimara quechua chiriwano) .

. no hay formas más claras de decirlo .

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