Marketing 2001 (Parte 1, Fede como falso Gurú)
Con mi ingenuidad habitual, esto creía del Marketing en 2001.
Cuatro años después y aún más obstinado, creo lo mismo aunque reconozco que me equivoqué en algunas cosas (pero no en darle la razón a Orwell). Aquí voy con mis contradicciones: odiando al marketing pero viviendo de él. Aquí voy con mi seudointelectualidad: esta vez haciendo de falso Gurú.
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--> 1. Una marca se posiciona como se enamora una mujer.
= Siguiendo dos caminos.
= El primero es la Seducción como lo hacen Diesel y BMW (con su serie BMW Films, con González Iñárritu, Guy Ritchie, Madonna, Ang Lee y otros). Como lo hizo Renault con su estrategia “Bob Harris” para Renault Colombia.
= Seducción no en términos sexuales sino entendida como “encantamiento”: ofreciendo a las personas algo que capte rápidamente su atención, para luego ir paso a paso cautivándolas, divirtiéndolas, dándoles momentos únicos, experiencias de marca que permanezcan en la memoria.
= El segundo camino es la Frecuencia.
= Dentro del posicionamiento de marca es importante permanecer visible, ser constante, mantener referentes de identidad, como lo hace Nike con su logo, prácticamente omnipresente en todas sus comunicaciones e iniciativas de mercadeo.
= Igual sucede con las mujeres: Seducción y Frecuencia, ser encantador y brindar momentos inolvidables o ser un tipo intenso, de esos que aparecen por todos lados.
= Seducción y Frecuencia: ambas técnicas funcionan y no son excluyentes.
--> 2. Si no eres atractivo y diferente, equivocaste el camino.
= Nuestra cultura es imagen, netamente visual: seducción.
= Tanto en materia de marcas como en noches de conquista en algún bar, la primera impresión se reduce a lo exterior.
= Cuando el proceso ha avanzado y con el objetivo claro de evitar que la emoción se desvanezca, debes ser divertido e inteligente.
= El proceso inverso (ser inteligente y divertido para paso a paso irles mostrando que lo sexy también está en el alma) sólo funciona con algunas mujeres, usualmente las muy feas o las muy inteligentes.
--> 3. Todos queremos un pedazo grande de pastel.
= Podemos seducir y obtener mucho. Podemos ser seducidos y disfrutarlo.
= ¿Pero quién quiere quedarse sólo con la punta del Iceberg? Nadie.
= De nada sirve ganar un segmento de mercado si mañana vas a perderlo.
= Para obtener el pastel entero o al menos para conservar tu rebanada es necesario continuar seduciendo, manteniendo el fuego y creando relaciones de largo plazo.
= Esta claro que en materia de negocios la monogamia es prácticamente imposible: siempre habrá una mejor opción.
= También está claro que la fidelización, el servicio al cliente, la innovación y la presentación de nuevas ofertas logran crear relaciones sólidas, compromisos a largo plazo donde más que percepciones de marca se comparten sentimientos y valores.
= Seducir no es suficiente: en un mercado hipercomunicado (o hipersaturado de medios y posibilidades de elección), fácilmente puede encontrarse o llegar alguien mejor que tú y justo en ese instante todo se acaba.
= Los verdaderos fans de las marcas (esos que mueren por Apple o Minicord), saben que el amor verdadero es fuerte y resiste otras tentaciones.
= En definitiva, ése es el objetivo.
--> 4. Nadie escapa al estereotipo.
= El joven peludo que oye música alternativa copia la imagen de Fred Durst y de Jonathan Davis, vocalistas de Limp Bizkit y Korn respectivamente.
= Kurt Cobain y Nirvana fueron estandartes de la moda Grunge, una especie de antimoda para los depresivos y sucios jóvenes de los noventas, de los cuales fui parte.
= Hoy Vodaphone (con su slogan “How are you?”) utiliza al Manchester y a David Beckham para posicionar su marca.
= Las estrellas de la música, las súper modelos, los deportistas, los científicos, todos son “modelos a seguir”.
= Como vehículos para transmitir comunicaciones y estrategias de marca son prácticamente infalibles.
= También está la tendencia contraria: los mensajes protagonizados por “gente del común”, efectivos porque las personas crean un vínculo emocional, de identificación con el personaje, que al fin y al cabo también es un estereotipo, una representación humana de un segmento de mercado.
(Continúa...).